Los mejores hábitos de dietética y nutrición: dos claves para la salud
Una buena alimentación, equilibrada y variada, es imprescindible para una buena nutrición. Si además se necesita realizar dietas de adelgazamiento o por problemas de salud, como diabetes, colesterol, ácido úrico, hipertensión arterial, se deben añadir algunas precauciones extras como suprimir el consumo de sal y azúcar. Crear buenos hábitos alimenticios previene enfermedades y cuida la estética corporal.
Clave 1: Menos carne y más vegetales y frutas
Consumir menos carne e incorporar de 5 a 6 porciones de frutas y vegetales en el menú diario, es lo ideal para mantener una buena salud. La carne, aunque sea magra, tiene alta contenido de materia grasa, por lo que su consumo en exceso favorece la incorporación de grasas al organismo. Es preferible consumir pollo o pescado, especialmente pescados azules (atún, caballa, salmón, sardina), porque tienen gran contenido de omega 3 que resulta beneficioso para la salud ya que previene enfermedades cardíacas y cancerígenas, y aumenta el sistema inmunológico. Las frutas y verduras, en cambio, no contienen lípidos y aportan muchos minerales y vitaminas, lo que las convierte en excelentes alimentos desde el punto de vista nutritivo. Además añaden fibras, que facilita el tránsito intestinal, y antioxidantes, que ayudan a prevenir enfermedades como el cáncer. Son de fácil y rápida digestión, tienen pocas calorías y se consiguen en cualquier época del año, aunque algunas de ellas son típicas de ciertas estaciones, cuando se recomienda consumirlas en forma abundante.
Clave 2: otros alimentos
Mejorar los hábitos de dietética y la nutrición, eligiendo alimentos buenos para la salud, requiere: - Disminuir el consumo de harina blanca (pan, galletas, bizcochos, etc.) y sustituirla por harina integral. - Evitar los fritos y alimentos con mucho aceite o grasas. - Consumir sólo aceite crudo en las comidas (ensaladas, aderezos). - Evitar la ingesta de dulces, chocolates, postres y golosinas. - Eliminar el consumo de sal y sustituirlo por otros condimentos y aromatizantes alimenticios como ajo, perejil, estragón, orégano, albahaca. - Eliminar el consumo de azúcar. Sustituirla por edulcorantes. - Sustituir la leche entera y los lácteos comunes por sus similares descremados. - Sustituir los refrescos habituales por bebidas light o jugos de frutas naturales sin azúcar (puede añadírsele edulcorante). - Evitar el consumo de alcohol. Si a estas indicaciones se le suma la ingesta de 8 vasos diarios de agua, se crearán hábitos alimenticios saludables, nutritivos y dietéticos, y garantiza una vida sana.