Oficinas compartidas: una nueva alternativa de trabajo
A la hora de poner en marcha un nuevo negocio o implantar mejoras con objeto de reflotar uno actual, los gastos asociados a las dependencias físicas necesarias, suponen un importante desembolso de capital que no siempre puede estar disponible. En este artículo se describen dos alternativas para reducir y/o compartir costes: las oficinas compartidas y los viveros de empresa.
Oficinas compartidas
Compartir oficina es una de las alternativas, especialmente para aquellas empresas que están iniciando actividad sin demasiados recursos o para aquellos profesionales autónomos, a quienes les sea más rentable esta opción que comprar o alquilar una oficina propia, o montar un despacho en su domicilio. Hay diversas empresas que se dedican a alquilar estos espacios, a cambio de una cuota a pagar, dando lugar a una nueva forma de actividad empresarial, a través de los llamados workcenters, o co-working, que suelen ubicarse en zonas de elevada actividad de negocio, con buenas comunicaciones y servicios logísticos, como parques empresariales y tecnológicos, polígonos industriales, etc. en especial en el área metropolitana de grandes ciudades. Se enumeran a continuación, las principales prestaciones, equipos y servicios disponibles, ofrecidas en estos centros: - Mobiliario de oficina completo, con posibilidad de alquilar los equipos informáticos o utilizar los propios. - Derecho a utilizar las zonas comunes disponibles, como sala de reuniones, zona de descanso, comedor, aseos, etc. - Teléfono, fax, internet de alta velocidad, impresora, fotocopiadora, etc. - Calefacción, aire acondicionado y zona de almacén. - Vigilancia, limpieza y aparcamiento. - Servicio de correspondencia y paquetería. - Gastos corrientes como luz, agua, comunidad, etc. quedan incluidos en la cuota de alquiler.
Viveros de empresa
Otra alternativa son los Viveros de Empresa, con precios más económicos, aunque en la mayoría de casos, las plazas están condicionadas a que la empresa sea de nueva creación, por parte de jóvenes emprendedores o de determinados sectores, dependiendo de la entidad propietaria o que gestione el espacio. En este caso, las oficinas o despachos pueden distribuirse en un área diáfana, o bien, estar separadas del resto a modo de módulos o pequeñas estancias. Al igual que en el caso anterior, se incluyen una serie de prestaciones y equipamientos esenciales, como el mobiliario básico, servicio de telefonía e internet, aire acondicionado, fotocopiadora, fax y escáner, entre otros. Por último, como ejemplos de entidades que gestionan y ofrecen estos espacios, se pueden citar ayuntamientos, universidades y cámaras de comercio.