Tipos de contrato de préstamo bancario
Los préstamos bancarios van dirigidos a satisfacer las necesidades de financiación de particulares y empresas. Según la modalidad de su contrato podrán ser préstamos personales o créditos hipotecarios.
Préstamos bancarios
Los préstamos bancarios van dirigidos a financiar las necesidades de liquidez tanto de particulares como empresas. Estos se formalizarán a través de un contrato con la entidad bancaria que tendrá una forma u otra según las peculiaridades del préstamo bancario. Así las entidades de crédito han diseñado distintos tipos de préstamos de dinero de acuerdo con los requerimientos del cliente. Por ello tendrán unas condiciones u otras según vayan dirigidos a financiar la compra de una vivienda, las necesidades urgentes de capital o para la creación de una empresa. En la implantación del contrato de préstamos bancario intervendrán tres agentes: el prestamista, el prestatario y el dinero. El prestamista es la entidad bancaria poseedora de fondos y quien entregará el dinero al prestatario. Este último podrá ser cualquier persona física o jurídica con necesidades de financiación.
Tipos de préstamos bancarios
Los modelos de préstamos bancarios según su naturaleza jurídica son: - Préstamos personales: Cuentan con un cierto límite de cantidad prestada según lo acordado entre la entidad bancaria y el prestatario. La garantía puede realizarse mediante patrimonio o a través de un aval. - Préstamo hipotecario: Para la compra o remodelación de una casa. El primero de ellos suele tener un tipo de interés más alto y se amortizará en un periodo menor de tiempo (habitualmente entre 2 y 8 años). Por su parte el crédito hipotecario suele cubrir el 70 u 80 por ciento del coste de la vivienda y el plazo de amortización será mucho mayor. Igualmente la hipoteca deberá contar con un tipo de garantía concreta, que será la propia vivienda. Aparte de estas condiciones contractuales de carácter general, cada entidad de crédito podrá añadir otros conceptos accesorios que variarán según el prestamista, tales como comisiones de apertura, de cancelación o tipos de interés.