Tres buenas razones para contratar una hipoteca en divisas
Una hipoteca en divisas puede ser una excelente manera para salvaguardar el valor de los préstamos solicitados, ya que las divisas suelen tener menor variabilidad que la moneda local, mientras que tampoco se encuentran supeditadas a cuestiones económicas nacionales.
Solicitando una hipoteca
A la hora de solicitar una hipoteca, el usuario debe tener en claro que la misma representa una deuda y que el reloj corre en contra del bolsillo del interesado. A su vez, el país donde se encuentra puede no tener una estabilidad acorde a las necesidades del individuo, mientras que la moneda de la nación puede depreciarse o sufrir bajas de valor, lo que se traduce en menor poder adquistivo para los involucrados. De esta manera, una hipoteca en yenes o un préstamo multidivisas (yen, dólares, francos canadienses, etc.) permite mantener el valor de la hipoteca mientras se pueden vender en el propio país, obteniendo un valor de la moneda superior al del mercado. Las divisas siempre han representado una estabilidad histórica del valor, ya que las mismas no se supeditan a las necesidades de un país, sino que son comerciadas en el mercado internacional, lo que las hace más estables a la hora de contraer una deuda.
Tres buenas razones
Estabilidad. La variabillidad histórica de las divisas es bastante pequeña. Por ejemplo, la previsión del yen japonés, una industria que se mantiene fuerte, sigue siendo positiva frente a otras monedas internacionales. Reserva de valor. Las divisas pueden mantener el valor de la deuda así caiga la moneda nacional. Esto implica que la deuda contraída puede seguir siendo rentable mientras que la moneda nacional puede otorgar un menor poder adquisitivo. Inversión. La hipoteca en divisas es considerada una inversión, ya que la moneda extranjera puede venderse en el mercado local, obteniendo algunos puntos extra por cada yen o franco vendido. La disponibilidad de monedas extranjeras en la cuenta permite realizar este tipo de intercambio, obteniendo rentabilidades mayores sobre la misma deuda contraída. Como vemos, una hipoteca en divisas puede ser una opción fuerte, tanto como recurso de valor y estabilidad, como inversión en el mediano plazo, evitando así que las caídas de la moneda nacional afecten el poder adquisitivo de la deuda original.