Bancos por Internet: características y recomendaciones para la elección
Los bancos online han proliferado en los últimos años con el auge de internet, pero no hay que confundirlos con los servicios de banca electrónica que adicionalmente ofrecen la mayoría de entidades financieras, incluidas las físicas o tradicionales. Describiremos los principales aspectos que los definen y qué aspectos hay que valorar para decidir contratar los productos con una u otra entidad.
Sustitución de la oficina tradicional por la oficina virtual, con seguridad y operatividad
La principal diferencia con la banca tradicional es el ahorro de costes derivados del mantenimiento y alquiler o tenencia de un local, el personal, seguros, etc. de modo que esos beneficios puedan repercutir sobre el cliente, tanto en las características y menor coste o gratuidad de los servicios ofrecidos, como en las ventajas que ganamos los clientes. Ventajas como el no tener que desplazarnos hasta la oficina o el poder operar desde cualquier sitio con conexión a internet y a cualquier hora, pero siempre manteniendo una serie de medidas de seguridad lógicas, que también nos las debe aportar la plataforma de esa entidad, y poder operar con tranquilidad y disponer de las mismas opciones de operatividad que si fuésemos a nuestra oficina de toda la vida ( ordenar transferencias, consultar y realizar movimientos, contratar productos, disponer de ayuda de los gestores...). No obstante, en muchos casos las entidades disponen de algunas oficinas físicas como complemento, como ING Direct, y también están las conocidas oficinas o sucursales virtuales, que si bien dependen de una entidad tradicional, disponen de plena autonomía: Tubancaja en el caso de Bancaja, Ibanesto con banesto, Activobank con el Grupo Banco Sabadell Atlántico, Banco popular-e del Grupo Banco Popular Español, etc. y por otro lado, el servicio de banca electrónica que la inmensa mayoría de entidades ofrecen para no quedarse atrás.
Rentabilidad de productos y ausencia de comisiones
Resultado de lo anterior es la reducción de costes, que se ha de traducir en mejores productos y ausencia de comisiones para los clientes. Toda entidad será más competitiva cuanto más rentables sean los productos que nos ofrece: cuentas de ahorro o remuneradas, depósitos, préstamos a menor interés, hipotecas más atractivas, tarjetas, descuentos o bonificaciones por domiciliación de la nómina, y por supuesto, otra prioridad es la ausencia total de comisiones, ya sean de mantenimiento o administración de la cuenta, en las transferencias, en la renovación y tenencia de las tarjetas, etc. de modo que en definitiva, todo repercuta en poder hacer crecer nuestros ahorros.