Definición del experto sobre el uso del contrato de permuta
El contrato de permuta, a diferencia del de compraventa, permite realizar una transacción comercial intercambiando bienes de valor económico parecido. En el supuesto de que los bienes tengan un valor económico idéntico se tratará de una permuta pura. Así, la permuta financiera permite a los agentes intervinientes realizar una actividad comercial sin la necesidad de utilizar medios monetarios.
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Contrato de permuta
La permuta es el contrato por el que una de las partes adquiere el dominio de una cosa a cambio de dar a la otra parte contratante el dominio de otra cosa. No obstante, también se considera contrato de permuta cuando una de las partes entrega el dominio de una cosa y el otro en dinero, siempre que el valor de la cantidad monetaria sea menor al dominio entregado. El concepto de permuta viene regulado en el Código Civil, en su artículo 1538. Históricamente se utilizó como primer medio de comercio ante la falta de una moneda. Con el paso del tiempo y el asentamiento del dinero como manifestación del comercio, el trueque o permuta fue perdiendo peso, no obstante, en épocas de crisis económicas o de hiperinflación, el contrato de permuta recobra parte de su importancia. La permuta será pura si el valor de los bienes afectados es el mismo.
Obligaciones de las partes
El contrato de permuta se caracteriza por ser: traslativo del dominio, oneroso, bilateral, conmutativo, consensual e instantáneo o de tracto sucesivo.
Por otro lado, las obligaciones de las partes intervinientes son:
- Entregar las cosas objeto del contrato.
- Responder a los vicios ocultos.
- Responder a la evicción.
- Pagar la parte correspondiente a gastos de escritura y registro.
- Para los impuestos respectivos.
- Garantizar la posesión pacífica.
- Transferir el derecho del bien permutado.
A diferencia del contrato de permuta, la compraventa consiste en la cesión de un bien a cambio de dinero.