¿En qué consisten los gastos de subrogación de una hipoteca?
Explicación sobre que és la subrogación de una hipoteca, y los gastos a los que se debe enfrentar el cliente al realizar esta operación.
¿Que es la subrogación de una hipoteca?
La subrogación de una hipoteca consiste en un trámite bancario, en el que el cliente de una entidad financiera traspasa su hipoteca de la principal (con la que había contratado) a otra nueva, por lo que las nuevas cuotas de la deuda que se había contraído se seguirán pagando a la entidad financiera nueva, a la que se ha traspasado la hipoteca. En términos básicos, consiste en cambiar de banco, y los podemos incluir en los gastos generales de una hipoteca, que vienen determinados en el contrato que se firma con la entidad financiera al realizar la compra de la vivienda. Pero este gasto sólo se deberá pagar si se realiza la operación de subrogación de la hipoteca. El objetivo de la subrogación es obtener en la nueva entidad financiera unas condiciones mejores que las que se habían firmado con la primera, con la que se contrató la hipoteca, por lo que se pagarán unos intereses menores. Se suele realizar esta operación cuando se están pagando unos intereses muy elevados, y se encuentra otra entidad financiera que presta unos servicios más baratos. A lo largo de los años, las condiciones de contratación con los bancos van cambiando, por lo que suele ser frecuente encontrar mejores condiciones, en un futuro, que las que se habían contratado años atrás.
Gastos que colleva la subrogación
Al realizar una subrogación de una hipoteca hay que tener en cuenta si sale rentable; es obvio que en la nueva entidad financiera se van a pagar unos intereses menores, pero al realizar el cambio de banco, se deben pagar unos gastos, entre los que incluimos los gastos de subrogación, que consistirán en un porcentaje sobre el capital. Además de esa comisión, habrá que desembolsar una cantidad por los gastos de notaría y de la gestoría, que realizan funciones administrativas o jurídicas en estos casos. La subrogación tiene la ventaja de que no hay que cancelar la hipoteca y crear una nueva, sino que únicamente se transfiere la hipoteca de una entidad financiera a otra, por lo que los gastos que va a conllevar la operación van a ser menores.