Sauna finlandesa : características principales y beneficios para la salud
La sauna finlandesa, históricamente, ha implicado para los finlandeses una "purificación" de cuerpo y espíritu. Si se quiere obtener más información sobre la misma, en el siguiente artículo se aportan algunas de sus características principales así como de sus beneficios para la salud.
/wedata%2F0028278%2F2011-06%2FSauna-finlandesa.jpg)
Características principales
La sauna finlandesa es una "sauna seca", esto implica la utilización de calor seco mediante el calentamiento de piedras no arsénicas que desprenden una temperatura de 100ºC aproximadamente, obteniendo al mismo tiempo una humeda relativa que no supera el 15%. La finalidad de la toma de este tipo de saunas puede ser tanto terapéutica (para combatir la ansiedad) como higiénica (para la limpieza de toda la piel). En cuanto a la toma misma de la sauna se recomienda tomarla una vez por semana (o al menos no realizarla 2 veces por semana), haberse duchado previamente, comportarse con el máximo respeto (es decir, mantenerse en silencio y en caso de que se quiera charlar que la conversación sea la mínima, puesto que las personas buscan en la sauna un momento de relajación) y realizar descansos cada 10-15 minutos para salir y tomar una ducha fría.
Beneficios y contraindicaciones
Los beneficios de la sauna finlandesa son muchos, quizás el más conocido por todos/as es la tranquilidad, la cúal aporta una muy buena solución a los problemas de estrés. No obstante existen otros muchos beneficios que se obtienen tanto en la fase de calentamiento corporal (cuando se está dentro de la sauna) como en la fase de enfriamiento corporal (cuando se toma la ducha fría). Durante la fase del calentamiento se obtienen beneficios a través de la sudoración que provoca la temperatura ambiente, abriendo los poros y limpiando la piel (eliminando incluso restos de alcohol y nicotina). Por otra parte genera relejación muscular, aceleración del metabolismo muscular, mejora del sistema respiratori así como un equilibrio de la presión arterial). Por otra parte, durante la fase del enfriamiento se produce una estimulación psíquica, la vuelta a la temperatura corporal inicial así como la saturación de oxígeno en la sangre. Por último no hay que olvidar que la sauna no aporta únicamente beneficios puesto que también posee contraindicaciones: no deben utilizar la sauna aquellas personas que tengan problemas de corazón, varices, glaucoma, epilepsia, tensión arterial baja, etcétera. Por ello es conveniente informarse antes de tomar duchas con sauna.