TQM: Total Quality Management - Cómo aplicar en la Empresa la Gestión de la Calidad Total
Una forma bastante ilustrativa de cómo instaurar la Gestión de la Calidad Total en las empresas es ver el asunto como si un virus potente fuera liberado. Si alguien escapa al contagio, el virus podría perder efectividad. Contagiarse el virus de TQM significa pensar, todo el tiempo, en el mejoramiento continuo y actuar en consecuencia. ¿Desea contagiarse?
Mientras más arriba pegue el virus, mejor.
Ninguna acción de mejoramiento tendrá efectos positivos y perdurables, sin el apoyo y compromiso constante y permanente de los más altos niveles de la empresa. Sería inocente pensar que estas iniciativas permean de abajo hacia arriba. El efecto cascada es fundamental. Debe estar en línea con las políticas, planes, metas, procedimientos y objetivos, y en especial con la actitud y modelaje de quienes desean su implantación. La participacion de todos los supervisores y empleados es obligada. Solo los de "arriba" tienen ese poder e influencia. La cadena de mando debe estar comprometida y permitir que todos se contagien. De hecho, deben apoyar y estimular el contagio.
Un Proyecto, Un equipo
Lo primero que hay que hacer una vez que los altos niveles han tomado la decisión de hacerlo es nombrar un equipo “pesado” para liderar y empujar el proyecto. Serán responsables por liberar y alimentar el virus del Total Quality Management. Su tarea será diseñar, desarrollar, implantar y rendir cuentas por colocar a la empresa en el camino del mejoramiento continuo. Este equipo decidirá qué empresa o consultora de las existentes en el mercado los acompañará y apoyará durante la jornada. Hacerlo todo con recursos internos es un albur. Habrá que trabajar mucho en ello y poner a la línea de mando a hacer todo el trabajo es por lo menos suicida. Las empresas tipo PYMES o los autónomos pueden valerse de un coach o consultor con experiencia en el área. Formar y “medir” son las tareas principales. Entra en escena la herramienta principal: la formación. Se comienza por explicar la idea, sus orígenes, los resultados y beneficios que conlleva, su impacto en la forma de pensar y de hacer las cosas y así. Es una etapa de siembra. Se estimulan los cambios positivos de actitud, se ofrece apoyo y ayuda, se demuestra por qué es conveniente. La cadena de mando debe estar sentada en primera línea, siempre, para lo cual basta rotarse. Luego, se enseñan las herramientas básicas para recoger data e indicadores. Comienza la revisión de los procesos y los resultados se divulgan ampliamente. Se exponen conferencistas reconocidos y también empleados que comienzan a mostrar resultados. Se crean premios y estímulos. Y bueno, el virus hará su trabajo. Es cuestión de tiempo y seguimiento continuo. El espacio es limitado para ahondar. Suerte y buena cosecha.