¿Cuál es la mejor estufa de cultivo para laboratorio?
Del extenso catálogo de instrumentos y material químico que se necesita en un laboratorio, es sin duda, la estufa o cámara de cultivo, junto con los hornos de laboratorio o el horno mufla, la que se hace más imprescindible. Por ello daremos una serie de características a tener en cuenta, a la hora de adquirir una estufa de calidad.
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Recomendaciones
El mueble exterior debe ser de acero tratado con pintura anticorrosiva o mejor aún, con resina Epoxi. Esto evitará el deterioro de la estufa. Aislado con doble cámara y placas de lana de vidrio de alta densidad. Interior de acero inoxidable con esquinas interiores redondeadas y juntas extraíbles para fácil limpieza. La puerta exterior debe cerrar herméticamente, para ello es aconsejable que lleve contrapuerta flotante y marco que presione regularmente sobre la junta del recinto. Puerta interior de vidrio templado con ajustes herméticos y calentamiento propio para evitar condensaciones. Esta puerta es muy útil para controlar el interior de la cámara sin modificar las condiciones de estanqueidad. No es práctica la opción de sustituirla por una ventanita externa. Regulación de la temperatura, por microprocesador con lector digital. Por seguridad algunos modelos incorporan un termostato regulable que mantiene la temperatura en caso de fallo del microprocesador de la propia estufa. Para la perfecta distribución debe incorporar un homogeneizador de ventilación forzada. Para regular la humedad, el sistema más efectivo es inyectar agua estéril y filtrada al sistema de ventilación, desde un depósito interno e independiente a la cámara. Para evitar la contaminación, el sistema de aireación debe estar provisto de filtros HEPA con eficacia al menos del 99 % para partículas superiores a 0,3 micras. Es muy aconsejable que los reguladores incorporen indicadores tanto luminosos como acústicos de alarma. Cuando la estufa está destinada a cultivos celular de tejidos y organismos, es imprescindible adquirir otro tipo diferente que además esté preparada para la toma y control de CO2 y O2. El sensor de gases debe ser de infrarrojos, adecuado en caso de apertura frecuente de la puerta, ya que posibilita una rápida recuperación del gas.
Modelos seleccionados
Propondremos dos estufas de cultivo que cumplen las especificaciones anteriormente citadas, además de ser silenciosas, estables, exentas de vibraciones y condensaciones, de gran precisión y bajo consumo, por tanto las podríamos considerar estufas de calidad. La primera, destinada a aplicaciones biotecnológicas, microbiológicas, botánicas y químicas, es el modelo Prebatem de JP Selecta. Es una estufa con sistema de calefacción y refrigeración por semiconductores y temperatura regulable desde 5 °C hasta 60 °C y resolución 0,1 °C, que la hace ideal, además, para el cultivo de plasma. La segunda, el modelo 3503 de SL Shel Lab, estufa de CO2, dedicada por tanto a cultivos celular de tejidos y organismos. Una de las características de este modelo es que la conducción de CO2 está calentada por camisa de agua (con garantía de por vida) y filtrada por sistema HEPA, por lo que se evita la condensación en la estufa. Además incorpora un puerto de comunicación para control y validación.