¿Qué sistemas de calefacción son más ecológicos?
Al buscar alternativas para la calefacción de las viviendas se deben considerar varios aspectos: costos, mantenimiento, rendimiento, aplicación, requisitos de instalación, etc. Las formas de obtención de calor han ido variando a lo largo de la historia, teniendo en cuenta diversos factores. En épocas modernas ha cobrado auge la calefacción ecológica, que no agrede al medio ambiente y utiliza fuentes renovables de energía.
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Sistemas tradicionales vs. calefacción ecológica
Los sistemas de calefacción utilizados tradicionalmente implican el uso de energía eléctrica, gas, kerosene, madera, carbón, algunos de los cuales resulta caro, otros son contaminantes del medio ambiente y la utilización de alguno significa pérdidas de recursos naturales (madera). Para aprovechar al máximo el calor generado se desarrolló sistemas de difusión que permiten una irradiación uniforme y ahorro de energía eléctrica (losa radiante, emisores termoeléctricos, radiadores de bajo consumo). Las últimas innovaciones en formas de calefacción emplean energía renovable del medio ambiente, por lo que resultan ecológicas.
Las bombas de calor
Las bombas de calor son aparatos que utilizan la energía del medio ambiente (agua, aire o tierra), la procesan y la derivan, a través de tuberías por donde circula un fluido conductor de ese calor, a su destino final que pueden ser la vivienda o el agua de la piscina. En el caso de usarse para calefacción dentro de una vivienda, la salida del calor se hace a través de radiadores o suelo radiante. Las bombas de calor son ecológicas, porque extraen el calor del medio ambiente, a través de un tubo. Las fuentes de extracción son el suelo, el aire o las aguas subterráneas o pozos artesanales. Tiene un mecanismo de inversión que permite tanto calentar como enfriar los ambientes según la época del año, a través de termostatos. Son silenciosas, seguras, económicas, ocupan poco espacio, consumen muy poca energía eléctrica e irradian mucho más calor (o frío, en verano) de lo que consumen.
Los paneles solares
Cuando se habla de paneles solares deben diferenciarse dos tipos: los colectores solares y los paneles fotovoltaicos. Los colectores solares son módulos que requieren una instalación más simple, sobre el tejado, y que transforman la energía solar en calor para un medio líquido (agua caliente). Ese destino puede ser el agua de la piscina, la caldera de calefacción central de la vivienda o el fluido de tuberías que lo transportan hasta radiadores de agua. Los paneles fotovoltaicos transforman la luz solar en electricidad. Requieren, además del módulo receptor, un acumulador o batería de almacenaje, un regulador de carga y un transformador de corriente continua en alterna. Al obtener corriente alterna permiten el uso de cualquier artefacto eléctrico, incluidos los que proporcionan calefacción. Dentro de éstos se recomiendan los de bajo consumo eléctrico, como forma de maximizar las ventajas de los paneles fotovoltaicos. Estas dos calefacciones permiten brindar el confort de los ambientes climatizados sin agredir la ecología, ya que no emiten gases tóxicos por combustión de materias primas y utilizan una fuente renovable: la luz solar o el calor del medioambiente.