Trucos básicos para mejorar el inglés hablado
El mejor ejercicio para mejorar el inglés hablado es, en todos los casos, practicarlo. Para coger la rutina, hay algunos trucos básicos que se encargarán de aportar una buena base gramatical, mejorar la pronunciación y la acentuación y dar fluidez a la conversación en inglés. Éstos son los 3 de mayor efectividad.
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Para hablar con corrección: preparar intervenciones
Para hablar en inglés, tiene que tenerse claro:
- Qué se va a decir, y en este sentido es especialmente relevante el vocabulario.
- Cómo se va a decir, para lo cual es necesario elegir un registro formal o informal y utilizar la gramática.
Estas dos preguntas son necesarias para construir frases coherentes, que, independientemente del contenido, mantengan una estructura gramatical inglesa ordenada y con sentido. Sólo son útiles cuando se empieza a hablar en inglés, ya que en realidad nadie se hace estas preguntas cuando habla en su lengua materna.
Para utilizarlas de forma práctica a la vez que se mejora el inglés oral, una actividad muy efectiva es preparar un debate o conversación con más personas, en el que cada uno haya preparado algunas intervenciones y haya investigado sobre el tema a tratar. Las notas escritas sirven de apoyo para expresar las ideas, y también recuerdan el vocabulario. Además, es un buen ejercicio para poder hablar en inglés con fluidez.
Mejorar la pronunciación
En la mejora de la pronunciación, no sólo es útil practicar la de uno mismo, sino que también ayuda mucho el hecho de rodearse de un contexto inglés y habituarse a oír el idioma con frecuencia. Automáticamente, la propia pronunciación es mucho mejor. Es el mismo sistema por el que las personas aprenden a hablar: primero escuchan, comprenden y después articulan las palabras por ellas mismas. Para practicar esta destreza, lo mejor es comenzar repitiendo frases. Esto puede hacerse gracias a películas de habla inglesa subtituladas también en inglés, o adquiriendo libros de lectura guiada. Cuando ya se ha superado el nivel más básico, lo más recomendable es ampliar el contexto lingüístico todo lo que se pueda: leyendo y viendo noticias en inglés, escuchando música o aficionándose a algún programa del país angloparlante que se desee.
Fluidez en la conversación
La fluidez en la conversación no consiste en hablar rápido en inglés, como comúnmente se considera, sino que se trata de evitar un tono dubitativo para estructurar frases con naturalidad y seguridad. La persona debe dominar a la perfección la parte teórica de las conversaciones, es decir, las preguntas y respuestas en inglés con los verbos auxiliares. Una vez dominada, es recomendable empezar a hablar con frases cortas y verbos sencillos, de manera pausada pero controlada. Además debe prestarse especial atención a la vocalización, ya que idiomas como el español o el francés tienden a cerrar mucho las vocales, mientras que los angloparlantes las abren ampliamente. Esto ayuda a que el interlocutor pueda comprender mejor, y esté más receptivo a la conversación.