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Hablemos de Angeles Se dice, y es verdad que precisamente antes de nuestro nacimiento un ángel apoya un dedo sobre nuestros labios y dice: "Calla, no digas lo que sabes". Por eso nacemos con una hendidura en el labio superior, sin recordar nada del sitio de donde venimos. Roderick Mal Leich Cuando un espíritu entra en un cuarto uno experimenta un