He cambiado el nombre del blog, a "Siempre quedan dos segundos". Porque realmente todo en la vida es así, pase lo que pase, estemos dónde estemos, siempre habrá 2 segundos para todo. Para reír, para llorar, para pensar, para observar, incluso para contestar ese mensaje que dejaste. No hay excusas. Aquello de ''no tuve tiempo'' ya no es válido.