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¿Cómo ha evolucionado el concepto de calidad?

Debido a los avances en la técnica, el conocimiento científico, los mercados y la evolución de la gestión empresarial, el concepto de calidad ha evolucionado en el período 1990-2010. De esta manera, aquí se analiza su historia, evolución y desarrollo actual.

Historia de la calidad

A medida que los medios de producción fueron evolucionando, también fue evolucionando el concepto de calidad. Un producto bien terminado no fue siempre lo mismo, ya que fue variando dependiendo de los medios productivos imperantes. Calidad artesanal. Antes de la Primer Revolución Industrial, la mano del hombre intervenía, de forma artesanal, en todas las transformaciones de la naturaleza. En ese momento, hasta el descubrimiento de la máquina de vapor, un producto de calidad se refería a productos bien hechos, bien terminados y duraderos, sin importar el tiempo que llevaran para su realización. Calidad manufacturera. Por otro lado, una vez devenida la Revolución Industrial, el crecimiento de las ciudades y el aumento exponencial de la capacidad productiva de las fábricas, el concepto de calidad cambió. Para ese entonces, el objetivo de la calidad era satisfacer todas las necesidades de las hambrientas urbes, a nivel productos, mejorando los tiempos y reduciendo los costos al máximo. Calidad de guerra. Con el advenimiento de la Primera y la Segunda Guerra Mundial, el concepto de calidad volvió a mutar. Los ejes de la calidad en la manufactura eran los de la producción veloz, en masa, para satisfacer armamentísticamente las necesidades de la tropa. Calidad de posguerra. Las posguerras volvieron a trastocar el concepto de calidad para llevarlo a la exponencial producción de productos, lo que llevó a satisfacer los mercados destruidos por la guerra.

Calidad contemporánea

La saturación que los mercados presentan actualmente y la ultra diferenciación de los productos, enfocados en satisfacer necesidades individuales, ha llevado nuevamente a mutar y cambiar el concepto de calidad. Se busca proveer una calidad total, lo que implica hacer los mejores productos, con el menor costo posible, manteniendo contentos y seguros a los empleados, impactando lo mínimo indispensable en el medio ambiente y documentando absolutamente todo. La importancia de la calidad en los productos es tal que se han generado estandarizaciones y normalizaciones, como las normas de calidad ISO y OSHAS, las cuales certifican ciertos estándares de calidad en la producción. Desde las materias primas hasta el servicio de posventa, la calidad ha abarcado todos los aspectos productivos de una empresa, tomándose como otro elemento más de la productividad y de los costos que atañen a los productos finales.

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