¿Cómo optimizar el leasing o renting de una empresa?
El renting es un contrato por el que se arrenda el uso de un determinado bien durante un plazo de tiempo previamente especificado, al final del cual, podrá ejercerse una opción de compra sobre el mismo. En el supuesto de leasings, no existirá esa opción de compra.
Definición de renting y leasing
El arrendamiento financiero o leasing, es el contrato por el cual un arrendador traspasa el derecho de uso de un bien sobre el arrendatario, quien queda obligado al pago de cuotas de leasing periódicas durante un tiempo determinado. Al término de este el arrendatario podrá ejercer la opción de compra sobre el bien. En contra, el contrato de renting no ofrece dicha opción de compra al final del periodo. El precio por el que se ejercerá la opción de compra, en el supuesto, vendrá determinado previamente en el contrato y será el valor residual, es decir, la diferencia entre el precio original pagado por el arrendador más los gastos e intereses y las cantidades abonadas en forma de cuotas por el arrendatario. Si el arrendatario, finalmente, no ejerce la opción de compra deberá devolver el bien respectivo, a no ser, que se prorrogue el contrato de renting.
¿Cómo optimizar su uso por empresas?
Según el bien que quiera obtener la empresa se recomendará un tipo de operación u otra. De este modo, si lo que quiere el empresario o autónomo es gestionar una flota de vehículos se recomienda optar por la opción del renting. Esta modalidad adicionará una serie de servicios añadidos que permitirá a la empresa ahorrar en concepto de mantenimiento o recursos humanos. Además, se gozará de ciertas ventajas fiscales al serle aplicable la legislación de alquileres. La imputación fiscal se hará como gasto y es ofrecido por compañías especializadas, a diferencia del leasing que es ofertado por entidades financieras. Por otro lado, el contrato de leasing se recomienda para aquellas ocasiones en las que la empresa desee guardarse al final del periodo una opción de compra del bien.