¿Cómo se hace una evaluación de riesgos laborales?
La evaluación de riesgos laborales es una de las herramientas básicas de toda buena gestión preventiva en una empresa. Permite conocer la realidad y el detalle de los posibles riesgos a que estén expuestos los trabajadores, logrando la información necesaria para saber qué medidas de corrección deben aplicarse.
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¿Cómo prepararse para realizar la evaluación?
En primer lugar, es imprescindible que quien vaya a hacer la evaluación de riesgos sea un técnico competente, con formación específica en prevención de riesgos laborales. Además, según el tipo de empresa y de riesgos a evaluar, podrá necesitar equipos e instrumentos específicos para la medición de parámetros como los contaminantes físicos, químicos o biológicos, por ejemplo. Por otro lado, debe disponer de información completa respecto a la empresa cuyos riesgos se vayan a evaluar:¿Cuál es su actividad?, los distintos procesos productivos, equipos de trabajo, productos químicos, instalaciones, centros de trabajo, número y tipo de trabajadores, puestos de trabajo, etc. Por último, dado que hay varios tipos de evaluaciones de riesgos, el técnico debe saber si se trata de una evaluación inicial (cuando no se ha hecho ninguna antes) o de una evaluación periódica (en cuyo caso podrá basarse en las que previamente existan)
¿Cómo hacer la evaluación?
Con toda la información previa, el técnico ya puede comenzar la evaluación. Es aconsejable que, entre otros, siga los siguientes pasos:
- Debe visitar todos los centros de trabajo, y recorrerse todas las zonas de cada uno de ellos.
- Es imprescindible contar con la participación de los trabajadores, recabando de ellos sus opiniones y sugerencias al respecto.
- Debe familiarizarse con todos los procedimientos de trabajo, extrayendo de cada uno de ellos
aquellos aspectos que puedan ser más conflictivos y dar lugar a mayores errores y, por consiguiente, a mayores riesgos.
- Ha de contemplar todos los posibles riesgos: seguridad en el trabajo, higiene industrial, ergonómicos, y psicosociales.
- Debe también tener en cuenta las exigencias de la normativa de riesgos laborales, desde la ley PRL (ley 31/1995 de prevención de riesgos laborales) hasta los distintos reglamentos técnicos (lugares de trabajo, señalización, manejo manual de cargas, planes de emergencia, productos químicos, cancerígenos, etc.)
- Especial atención debe prestarse a los colectivos de trabajadores más sensibles por una u otra razón: maternidad, menores, trabajadores temporales, etc.
- Por último, es importante recordar que la evaluación debe servir para prevenir riesgos. Por lo tanto, sus conclusiones debe ser prácticas y concretas, de forma que sean de utilidad a la empresa para lograr unas condiciones de seguridad y salud adecuadas.