¿Cuál es la diferencia entre la banca de inversión y la banca comercial?
Los bancos comerciales y los bancos de inversiones representan conceptos de empresas totalmente diferentes, tanto en el mecanismo operativo como en la estabilidad de la inversión en cada modelo. Presentan formas de actuación con patrones adaptados, por un lado a unas espectativas financieras más o menos arriesgadas, y por otro, a la obtención de unos beneficios con mayor o menor cuantía.
Características de la Banca de Inversión
El papel fundamental de los bancos de inversión es la actuación como intermediarios en actividades financieras para que las empresas inviertan en determinados sectores, realicen fusiones o adquieran bienes.
Esta banca opera con activos de gran envergadura en los mercados de capitales, moviéndose en un terreno macroeconómico. Entre las actuaciones que puede llevar a cabo, se encuentran:
- Servicios de asesoría para firmas de comercio.
- Sacar empresas a Bolsa.
- Diseñar y ejecutar fusiones, emisiones de bonos, ventas de divisiones enteras interempresariales, grandes operaciones financieras, etc.
La Banca de Inversión siempre apuesta por lograr beneficios mayores, lo cual implica asumir un elevado nivel de riesgo, incluso en los préstamos que conceden. De esta forma, consiguen obtener réditos mayores, en cierto modo bajo la influencia del azar, y consiguen liquidez ofertando a sus inversores unas condiciones más favorables que otras entidades.
Sin embargo, esta dinámica supone un problema básico: el cliente no posee control sobre lo que se hace con su dinero al invertir en bancos de este tipo, pues habitualmente son ellos quienes se encargan de todo el procedimiento, esto es, evaluar el mercado, obtener los activos, tomar decisiones y realizar la inversión.
Características de la Banca Comercial
La Banca Comercial es la más conocida por el público en general, con una actitud más conservadora que la anterior, realiza su función básicamente a través de las oficinas o sucursales bancarias. Se centra normalmente en pequeños clientes, ofreciendo otro tipo de productos. Las ganancias obtenidas por los bancos comerciales parten en mayor medida de intereses y comisiones derivadas de los créditos que facilita. Su beneficio radica en cobrar más de lo que abona, y a esto se pueden añadir otras operaciones como transferencias, planes de pensiones, avales, fondos de inversión etc. La Banca de Inversión en España es prácticamente inexistente. Algunos bancos comerciales españoles, como BBVA y Santander, poseen divisiones de inversión, pero son de pequeño tamaño, en comparación con la envergadura total de la entidad.