¿Cómo hacer meditación en casa?
La meditación como encuentro con uno mismo y a través de uno mismo con Dios es un tema importante que influye en nuestra salud física y mental. En las sociedades donde nos toca vivir parece haber "poco tiempo" para hacerla y, por lo tanto, la calidad de vida declina.
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¿Qué significa meditar?
A meditar se aprende. Nadie nace sabiendo este arte. La primera parte de su aprendizaje es teórica y la segunda práctica y personal. La meditación en términos generales se define como "aplicar con profunda atención el pensamiento a la consideración de algo o alguien". Esto quiere decir que se trata de un ejercicio mental, relativo al pensar, al reflexionar y al imaginar. Conviene considerar que esta actividad tiene un carácter más bien espiritual que psicológico. En donde espiritual significa de encuentro personal con lo más íntimo de uno mismo; con el corazón de mi ser humano, con mi interioridad. Se trata de una ascención a través de las palabras e imágenes, por el camino de la mente, la psique y el alma hasta el lugar de lo espiritual en uno.
Distinguir dos tipos de meditación
Hay dos tipos de meditación: la meditación en clave religiosa y la meditación como encuentro con uno mismo. En la primera, la temática se centra en el “objeto de la fe”, esto es, en Dios. Más concretamente, en los “misterios” revelados en las Escrituras. Algunos maestros de la meditación cristiana llegaron a proponer la imaginación sensible, el uso de la “vista de la imaginación”, para llegar a reproducir sensaciones, olores, colores, formas, voces –mentalmente- para inducir estados de identificación con Dios. La meditación como encuentro con uno mismo tiene que ver con llegar al corazón de mi propia persona. La reflexión se centra en nuestra esencia personal. En quién soy y en quién quiero llegar a ser.
Meditar en casa: técnicas y beneficios
Las claves sobre cómo meditar están en:
- Encontrar en casa un lugar tranquilo (en lo posible silencioso) y bien oxigenado.
- Ayudarse de ser necesario con música relajante.
- Algunas técnicas de relajación pueden ayudarnos si somos muy inquietos o tenemos dificultad para concentrarnos.
- Un buen libro recomendado por alguien con experiencia en el tema nos puede guiar.
- Disponer de por lo menos 30 minutos diarios para realizarla.
- Ser constante con su práctica.
El objetivo último de la meditación no es tanto el propio bienestar, como la claridad de ideas, la paz interior y el saber qué es lo mejor para mi vida. La felicidad en todo caso es su consecuencia. Sin embargo, sabemos por experiencia que ésta ayuda a ordenar mejor los pensamientos, dormir bien, evitar el estrés y a tener una personalidad más equilibrada y madura.