¿Qué es la amortización de préstamos?
La amortización de un préstamo es la cantidad pactada con la entidad financiera a pagar, la cantidad se llama cuota y esta puede ser de periodicidad anual, semestral, trimestral, o la más empleada, la mensual. SI a la cuota le restamos los intereses que van incluidos en ella misma tendremos realmente lo que amortizamos del capital principal.
Todo lo que pagamos no es amortización
Cuando pagamos una cuota no todo es amortización, habrá que tener en cuenta los intereses y el método de amortización para poder calcular cuotas del préstamo, que puede ser de cuota constante, creciente y decreciente, el más utilizado es el método francés o cuota constante, donde el pago de intereses va decreciendo y el de amortización del capital principal es mayor con cada cuota, en el sistema de préstamo francés los primeros años de vida del préstamo se pagan la mayor parte de los intereses, este método es el que se utiliza para la mayoría de préstamos hipotecarios. En los préstamos en el que los intereses se pagan en una sola cuota al principio del préstamo o en forma de gastos de apertura, préstamos que van dirigidos principalmente al consumo, las siguientes cuotas van disminuyendo capital, es decir, amortizando realmente préstamo concedido. Para saber que préstamo es realmente más barato, siempre tendremos en cuenta la TAE, es decir la tasa anual equivalente. Actualmente para simular una hipoteca o cualquier tipo de préstamos financieros existen simuladores
Amortización del capital principal
Podemos amortizar capital principal en el momento que queramos siempre que esté pactado en contrato, normalmente la cancelación o amortización del préstamo tiene una comisión de cancelación, que aparecerá en el contrato, será un porcentaje sobre el capital amortizado en el momento, en muchos casos se contempla una comisión mínima, en otros se permite amortizar una cantidad anual sin gastos de cancelación.
Para saber si realmente nos interesa amortizar capital tendremos que calcular los intereses que nos ahorramos, con el interés que podríamos sacar a nuestro dinero, siempre teniendo en cuenta los gastos de cancelación anticipada.
En el caso de préstamos al consumo en el que los intereses se pagan en una sola cuota al principio del préstamo no nos interesará amortizar posteriormente ya que no ganaríamos nada y perderíamos la posibilidad de tener nuestro dinero dándonos algún tipo de rentabilidad.