¿Qué significó la Escuela de Chicago para la sociología?

El crecimiento desproporcionado de Chicago durante las primeras décadas del siglo XX, trajo asociados graves problemas, como delincuencia, sublevaciones obreras y tumultos, producto de los durísimos contrastes que generó el capitalismo despiadado que se practicaba. Los investigadores sociales asumieron esta situación como observadores participantes.

La fuerza de la realidad

La inédita configuración urbanística que planteó la colectividad de Chicago a principios del siglo pasado, demandó que lo social, económico y político, recibiesen un esquema conceptual acorde a esta nueva realidad, y un modo de investigar que rompiese el molde: su posición se resume en participar activamente de lo investigado, ubicándose al centro de su estudio como condición indispensable del conocimiento. Este compromiso participativo intenta convertir a la sociología en una ciencia empírica, que hace de la conversación cotidiana, historias de vida, exploración de diversas fuentes documentales, y una sistemática labor de campo, sus instrumentos de descripción, interpretación y comprensión de la realidad, para darle un caracter científico a los problemas y a las posibles soluciones.

Incidencia de la Escuela de Chicago

Es bueno aclarar el anclaje teórico y filosófico de la Escuela de Chicago, para entender su importancia, dimensión, y la diversidad de móviles que la animan, a fin de comprender mejor el rumbo actual de la sociología. Sus raíces ideológicas provienen de la filosofía pragmática de Dewey, y del interaccionismo simbólico. Sus procedimientos y recursos metodológicos los obtiene de la antropología étnica de Boas, que introduce elementos del trabajo de campo (lo multidisciplinario, recolección intensiva de datos, etc). Lo que sostiene Simmel sobre la metrópolis contemporanea. Las teorías ecológicas y los efectos del medio ambiente en el comportamiento de los individuos. Su metodología es una mezcla de todo esto, y más, pero lo que hace la diferencia es el trabajo en terreno, esto es lo que potencia decisivamente el acceso al fenómeno social, distanciándolo de posturas omniscientes. Atenerse a los hechos tal como aparecen, permite estudiar de modo culitativo la forma como las personas interactuan y hacen su realidad, en condiciones de fragmentación y vías de intercambio, para convenir la forma de su supervivencia. La interacción con lo que observa le proveen un punto de vista multidimensional. Pero posesionarse del método del observador participante exige compartir la actividad cotidiana, lengua, modismos, etc, de los indagados, este involucramiento es lo que hace prosperar formas originales de investigación, a los que la sociología contemporanea va a dar otro vuelo.

Anexo

Si bien la historia de Chicago tuvo mucho que ver en la posición de su escuela, su fuerza motriz la obtuvo de la filosofía pragmática, y del intento por replantearse politicamente la viabilidad que podía tener la democracia en condiciones de una acelerada industrialización y urbanización, y de los esfuerzos por convertir a la sociología en una ciencia empírica, concediendo una gran relevancia a las fuentes precientíficas del conocimiento.