Recomendaciones para aprender a escribir
Aprender a escribir no sólo requiere de reglas ortográficas y gramaticales, es una actividad que requiere de un completo desarrollo diario. En esta nota encontrarás 3 prácticas fundamentales para aprender y mejorar la calidad de tu escritura, las mismas te resultarán entretenidas y didácticas si eliges practicar con las temáticas que más te gusten.
La escritura como una habilidad que se aprende.
La escritura es una habilidad que se aprende y puede ser mejorada si ponemos en práctica el compromiso con tres actividades diarias que nos brindarán las herramientas necesarias para desempeñarnos en la misma, tales como: los hábitos de escribir, el de hablar y el de leer mucho. Como cualquier otra destreza, la capacidad de escribir se logra con práctica constante para adquirir experiencia y poder interpretar cuáles son las técnicas y recursos más convenientes, para poder superar los obstáculos que ella nos presenta. El hábito de escritura nos permite ver las similitudes entre las nuevas tareas de redacción y las que hemos ya realizado. De esta forma podremos corregir los errores frecuentes que cometemos vinculados a la ortografía, a la gramática, problemas de concordancia, coherencia, etc. La experiencia adquirida nos dará mayor seguridad a la hora de volver a escribir; la misma nos hará sentir más cómodos día a día realizando dicha tarea. Lo mismo que una actividad física constante entrena al cuerpo, la escritura lo hace con la mente. Y si se realiza con agrado y entusiasmo, como toda actividad que uno realice en la vida, será doblemente fructífera.
Escribir, hablar y leer
Se recomienda además de la práctica diaria, hablar con alguien de lo que estamos escribiendo: la interacción cara a cara nos proporciona ventajas interesantes ya que podremos reconocer la reacción de un otro frente a lo que estamos escribiendo. Todo escrito, va dirigido a un lector, por lo cual, es importante corroborar la calidad del mismo con una mirada ajena. Por último, y también muy importante para el desarrollo de la escritura, es la práctica de la lectura diaria. Si queremos mejorar nuestro vocabulario y aprender a redactar nada mejor que leer libros de autores de diversos géneros, interesarnos por la información que nos brindan los diarios y las revistas, inclusive observar los avisos publicitarios que recibimos en nuestro domicilio; todo ello nos proporcionará ampliar nuestra cultura general y lograr un vocabulario más enriquecido que iremos capitalizando y disfrutando con el devenir del tiempo.