Rótulos luminosos: tipos y recomendaciones para elegir el más adecuado
Los rótulos luminosos son uno de los principales reclamos para los negocios a pie de calle y aquellos que se basan en la atención directa al cliente. Lo primero que necesita este tipo de negocio es aprovechar la visibilidad del local en el que se encuentra y, para ello, no puede desaprovechar la publicidad casi instantánea de hacerse ver por los transeúntes.
Tipos de rótulos luminosos
Aunque hay docenas de tipos de rótulos luminosos, se citarán a continuación algunos de los más conocidos: Letras corpóreas : aquellos en que las letras tiene su propio volumen y no están dibujadas o impresas en un panel. Letras recortadas: similares a las letras corpóreas pero con mucho menos volumen. Murales y vallas: parecidas a un cartel tradicionall impreso, pero con partes luminosas. Plafones: carteles en forma de caja con tres partes opaca y una luminosa, donde destaca la parte impresa. Rótulos con iluminación de neón: los tradicionales rótulos de neón. Rotulación de vinilo: los que aprovechan las condiciones de este material por su ligereza y condiciones. Rótulos lumininosos de leds : rótulos construidos con diodos led
Recomendaciones
El tipo de rótulo que más convendrá a un negocio depende de las condiciones ambientales donde va a colocarse, de la necesidad de que sea visible desde cerca o desde lejos y del entorno lumínico y urbano del lugar donde se coloque. Como norma general, si el rótulo debe estar muchas horas encendido se preferirán los rótulos led, por su menor consumo. Asimismo, en los casos de intemperie, y sobre todo en lugares de condiciones climáticas duras, como las ciudades del norte, hay que intentar evitar los rótulos de neón, pues son más sensibles a las variaciones de temperatura y por tanto más frágiles. La robustez de los rótulos y su resistencia frente a posibles averías es también un punto muy importante que ha de considerarse con cuidado, ya que la falta de una letra puede dar lugar a situaciones ridículas de todos conocidas. En cuanto a los colores, debe valorarse si se pone el énfasis en la visibilidad del rótulo o en la facilidad para leer el mensaje. En ese sentido, hay que evitar a toda costa los rótulos azules cuando se pretende que se lea el mensaje, o utilizarlos si el rótulo muestra una imagen o gráfico. Con los rótulos rojos, sucede justo lo contrario.