Consejos para la eliminación de residuos en el hogar
En las zonas residenciales se han preparado espacios específicos para depositar muebles, aparatos electrónicos, escombros… facilitando las mudanzas o las obras en casa. Cada vez es posible reciclar más materiales de la basura, para reducir la contaminación en los vertederos y cuidar del medio ambiente. Separar y clasificar la basura es muy importante para vivir en un entorno más limpio y respetuoso con la naturaleza.
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Diferencias entre residuos orgánicos e inorgánicos
Lo primero que se debe tener claro es, que es la basura orgánica y que es la basura inorgánica, ya que requieren tratamientos distintos.
La basura que se suele generar en casa se divide en dos grandes grupos, residuos orgánicos y residuos inorgánicos.
Los primeros proceden directamente de cosas naturales, no contaminan al desintegrarse y se pueden utilizar para abonar la tierra de los campos. Son los desechos de las frutas, las verduras, restos de comida, huesos, espinas, etc.
Los segundos suelen ser más abundantes y son los que presentan problemas medioambientales. La mayoría son de origen natural pero están tratados químicamente lo que dificulta su desintegración. Corresponden a los plásticos, latas, cerámica, vidrio, envoltorios...
Dentro de este grupo se encuentran los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). Este tipo de basura corresponde a los móviles, calculadoras, baterías, cámaras, ordenadores, vídeos y electrodomésticos.
Estos son los más difíciles de eliminar, por lo que hay que depositarlos en los puntos limpios de cada zona residencial.
Reutilización y reciclado
En los hogares respetuosos con el medioambiente se deben de preocupar sobre cómo se clasifica la basura. Una manera de hacerlo es en 6 recipientes distintos. En el recipiente número 1 se deposita la basura orgánica y cosas no reciclables como pañuelos de papel usados, toallitas húmedas, lápices... En el segundo, los plásticos, las latas... Todo aquello destinado al contenedor amarillo. Este recipiente debe de ser el más voluminoso, ya que normalmente es donde más cosas se tiran. En el siguiente se ponen los papeles, cartones, folios, revistas, periódicos, etc. Otro para las botellas de vidrio, los recipientes de mermelada, yogures... siempre sin tapas, ni etiquetas. Un recipiente más pequeño para a las pilas, no importa el tamaño o clase de estas, ya que van todas al mismo contenedor. Por último se puede reservar un recipiente para la basura informática donde van las baterías, los disquetes usados, recambios de tinta de impresora, etc. Dependiendo de los servicios de reciclaje que ofrezca la localidad en que se resida, tal vez sea posible reciclar el aceite de freír. Se ha de recordar que en todas las farmacias existen expositores para deshacerse de los medicamentos caducados y actualmente en algunas ferreterías es posible tirar las bombillas y los tubos halógenos. Por último hay que informarse sobre los puntos limpios y ecoparques de los pueblos y ciudades, además del servicio de recogida de basuras como muebles, colchones... ya que este es un servicio que contribuye a mantener un ambiente limpio y sano y es gratuito.