Estudiar y Trabajar: cinco recomendaciones para mejorar el aprovechamiento del tiempo
Compatibilizar el trabajo y el estudio es uno de los desafíos más dificultosos que deben afrontar quienes se ven obligados a costear sus estudios o quienes quieren cursar un postgrado sin abandonar su carrera profesional. Pero ¿cómo hacerlo con éxito? A continuación, algunos consejos para aprovechar al máximo el tiempo.
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Recomendaciones generales para estudiar y trabajar
En primer lugar, se debe considerar que emprender cualquier tipo de estudio es una labor a largo plazo. Será necesario, por tanto, poder compaginar ambas actividades y sostener esto en el tiempo para poder llegar a buen puerto con el proyecto. En consideración de lo anterior es importante tener en cuenta que un ritmo en el que todo el tiempo se consuma en estudiar y trabajar no es sostenible en el largo plazo, sino que el estudiante tiene que planificar también, dentro de su agenda, tiempos de recreación y esparcimiento para no colapsar. Lo anterior ayudará a controlar el stress, en lo que reside una de las claves más importantes de conseguir concluir con éxito un plan que combine estudiar y trabajar.
Planificación y organización de los tiempos
Luego, para poder estudiar y trabajar también es necesaria una planificación muy precisa del tiempo, puesto que es éste el recurso más escaso del que dispondrá el estudiante. Así, el primer paso es calcular con precisión el tiempo disponible para dedicar al estudio, la redacción de trabajos o ensayos y otro tipo de labores relacionadas con la carrera que se emprenda. Habiendo calculado ese tiempo se podrá asignar el tiempo de forma precisa a cada materia o área de la carrera que se ha emprendido. Así, el estudiante debe considerar qué tipo de materias le resultan más dificultosas y, por ende, le demandarán más tiempo; y cuáles requieren una dedicación menor. Por último, es importante revisar esta agenda periódicamente para establecer nuevas jerarquías entre las actividades requeridas por el estudio y asignar el tiempo disponible de diversa manera. Configurar una agenda semanal o quincenal es, probablemente, la mejor opción. Se debe tener en cuenta que, a diferencia de los estudiantes que no trabajan, quien se ve obligado a trabajar no puede dejar de lado su labor antes de un examen para dedicarle todo el tiempo al estudio. Es por ello que la planificación precisa es sumamente necesaria. Siguiendo estos simples consejos, quien se vea obligado a trabajar y estudiar al mismo tiempo, tendrá la oportunidad de realizarlo con mayores posibilidades de éxito y reduciendo el stress.