Reparaciones urgentes: un servicio que se paga
Las reparaciones urgentes salvan de un apuro en cualquier hogar y empresa, pero ese servicio rápido tiene un coste adicional frente al resto de servicios en horario común. ¿Realmente este servicio vale un coste adicional o es un abuso?
La opinión de los consumidores, el punto de vista empresarial
Los consumidores consideran en muchas ocasiones abusivos los precios que las empresas de mantenimientos diversos les cobran por las reparaciones. Fontaneros, cerrajeros y en definitiva, las diferentes reparaciones del hogar que pueden requerir atenderse de urgencia, acaban repercutiendo sobre el bolsillo de sus clientes. Cierto es que, en muchos casos, el coste de cada reparación está muy por encima del tiempo, material y cualificación que se requiere para elaborar la tarea, lo que aumenta el resentimiento del cliente. ¿Pero es este un problema de las empresas que se dedican a las urgencias 24h en reparaciones o es un problema general del sector? Si bien éstas deben aumentar el precio del servicio estándar por trabajar las 24h y atender a una reparación lo antes posible, deben tomar los precios del mercado de referencia. Si este precio ya es más elevado de lo que se debería, a juzgar por los ingresos en otros tipos de trabajos cualificados, evidentemente, puede considerarse que el coste está exponencialmente sobrevalorado.
¿Qué pueden hacer las empresas de reparaciones urgentes al respecto?
El problema más importante que quizás reflejan este tipo de empresas es la falta de transparencia. En primer lugar, muchas veces falta información a la hora de establecer el contacto, ya que muchas de las veces no facilitan el coste al cliente antes de que se haga la reparación. Incluso en el caso de páginas web no se facilita la información de precio por reparación en la web. TeleUrge.com, ReparacionUrgente.com o GSCServicios.com son sólo ejemplos de la regla confirmada en el sector (pudiendo haber alguna excepción que confirme la regla que no es fácil de encontrar). Esto conlleva que, a la hora de pagar, el cliente se lleve la sorpresa, que en muchas ocasiones termina denunciada ante la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) o ante cualquier organismo al servicio del consumidor. Por tanto, aunque se mantengan los precios, las empresas de este tipo están en la obligación de cambiar la imagen que se tiene del sector. Deben informar a sus clientes de sus precios para que, libremente, decidan pagar un coste superior por un servicio urgente, pero tienen el derecho de conocer el precio de antemano. Si esto se cumple, la empresa que lo lleve a cabo, tendrá clientes satisfechos e incluso puede llegar a fidelizar en un servicio de urgencia, porque en muchas ocasiones, pagar más, merece la pena.