Tres consejos divertidos para realizar publicidad impresa
La publicidad impresa sigue siendo uno de los métodos más eficaces de publicidad, ya que permite al cliente potencial revisar los datos que no haya entendido y le ofrece la confianza añadida de servir como prueba en caso de condiciones o cláusulas dudosas. Su proliferación y la resistencia del cliente al impacto publicitario hace imprescindible que sea cercana y divertida.
Publicidad impresa: ventajas
La publicidad impresa ofrece al cliente la posibilidad de revisar los datos que no recuerde o no haya entendido bien, y aporta la confianza añadida de servir de garantía en caso de que existan cláusulas dudosas. Por ello, aunque a veces parezca que su impacto va decreciendo, sigue aportando grandes beneficios, sobre todo a la hora de convertirse en venta real, pues a menudo el cliente conoce un producto en televisión, pero lo compra después de ver sus características detalladas en un periódico o revista.
Ser distinto
En un momento en el que la publicidad no sólo abunda, sino que llega a saturar la vida diaria, no es posible seguir haciendo publicidad por el simple medio de enunciar información. Los diseños de publicidad impresa deben ser distintos a sus competidores, llamar la atención a través de eslóganes y si es posible hacer alusión con ella a facetas conocidas de la vida del público objetivo, pues todo el mundo conoce mejor y acepta mejor aquello que les es cercano y conocido.
Contar una historia
Contar una historia dentro del anuncio es lo que mejor ha funcionado en la publicidad en TV o la publicidad en la radio, y sigue siendo la mejor estrategia en la publicidad impresa. Un buen anuncio debe hablar de una forma de vida, o de una serie de circunstancias en las que el producto sea la solución o parte de la identidad de su comprador. El producto debe integrarse como parte del entorno, de la historia o de la memoria del cliente, y para es no hay más límite que la imaginación
El apoyo gráfico
Las prisas de la época actual dan mayor importancia al apoyo gráfico, pues el cliente no puede detenerse a leer un anuncio que sea sólo texto y no lo va a hacer si no hay otra cosa, inmediata, que llame su atención. Por eso es importante acompañar los anuncio de material gráfico fresco, novedoso, y a ser posible divertido o ingenioso. Mucho anuncios han pasado a la posteridad como verdaderas obras de arte por lo impactante de su apoyo gráfico. El mejor caso, sin duda, es el del artista Andy Warhol y su serie publicitaria para las sopas Campbell.