The island of dr. Moreau: Crítica de la película
Sinopsis, análisis y crítica sobre la película "La isla del doctor Moreau" dirigida en el año 1996 por el director estadounidense John Frankenheimer y basada en la novela homónima de H. G. Wells.
Sinopsis
Un avión se estrella en medio del océano y el único superviviente del accidente es recogido por un barco que le lleva a una misteriosa isla. Allí se encuentra con la figura de un extraño doctor, premio Nobel en genética. El doctor Moreau vive recluido del mundo, se le supone muerto, pero el sigue con los experimentos que le hicieron desaparecer: trata de dar un paso en la evolución del ser humano creando una mutación biológica entre distintos animales y el hombre, donde intenta humanizar la condición de los primeros. Acompañado por el alocado Montgomery ha creado unos seres horrendos, monstruosos, torpes e idiotas que no cumplen las exigencias del Doctor. Son tratados con soberbia y crueldad, siguen estando debajo en la escala de los humanos. Las humillaciones se van sucediendo hasta conseguir el punto de que su creación se revele contra él.
Análisis y crítica
Tercera versión cinematográfica sobre la novela de H. G. Wells. La primera versión fue dirigida por Erle C. Kenton con el nombre de "La isla de las almas perdidas" (1932) y protagonizada por Bega Lugosi y Charles Laughton. La segunda, ya con el nombre original de la novela, la dirigió Don Taylor contando con la participación de Burt Lancaster y Michael York. Para no romper con el dueto protagonista en está nos encontramos con un desfavorecido Marlon Brando y un egocéntrico Val Kilmer. Estos sufren, como en cualquier remake, bajo la lupa de su antecesores. El primero trata de reproducir su papel en Apocalipsis Now quedándose una vez más en el camino. El segundo corretea por la isla "como un pollo sin cabeza" sin encontrar nunca ningún tipo de caracterización para su personaje. Una novela de ciencia-ficción y terror se convierte en una película horrenda de acción, sin ningún recorrido en su hilo argumental, transformando un supuesto alegato contra el maltrato animal y la crítica a la soberbia de los seres humanos en una nueva alegoría de la mediocridad que se esconde tras volcar toda la película en los efectos digitales y visuales.