Dos maneras de elaborar un cuadro de mando de RRHH efectivo y estratégico
El cuadro de mando de RRHH, o balanced scorecard, es un gráfico que permite a los directivos e integrantes de recursos humanos ver a simple vista los objetivos cumplidos y no cumplidos durante el período evaluado.
¿Qué es un cuadro de mando?
Un cuadro de mando, o balanced scorecard, suele referirse a unos gráficos que representan el cumplimiento de ciertos objetivos propuestos por uno o varios departamentos. A tales efectos, el cuadro de mando refleja indicadores que permiten a los directivos, integrantes y staff del departamento en cuestión conocer los objetivos que se han cumplido y aquellos a los que se ha fallado en llegar en un período determinado: un mes, dos meses, seis meses, un año, etc. A los efectos del departamento de RRHH, se pondrán en el cuadro de mando los siguientes aspectos: horas de capacitación, pagos y honorarios, planes de carrera y reclutamientos de personal. Para esto, se definirá un objetivo (normalmente a principio de año) para cada uno de los elementos arriba citados, y luego se procederá a comparar los objetivos, en función del período seleccionado.
Información clara
Para realizar un cuadro de mando estratégico, se deben poner números claros y concisos, los cuales permitan a un directivo o a un empleado conocer el estado de los objetivos, cumplidos o no cumplidos, para el período en curso. Se ha de recordar que esta información se tiene en cuenta a la hora de definir políticas de restructuración, de corrección, de estimulacón, etc. Es por esto que el balanced scorecard debe ser sucinto y claro. La información detallada estará disponible en los informes que genere el sector, mientras que el cuadro de mando será solo a modo informativo y muy resumido, en cifras claras.
Gráficos sencillos
Un balanced scorecard se caracteriza por ser un cuadro en el cual, a vuelo de pájaro, puede verse la información que se necesita. Los gráficos sencillos pero impactantes ayudan mucho a estos efectos. Por ejemplo, en el caso de cumplirse o superarse los objetivos planteados en, digamos, horas de capacitación, se pondrá una cara feliz, un círculo verde o un tilde de color azul. En el caso que los logros del mes en curso no lleguen a los objetivos propuestos, se debe colocar una cara triste, un círculo o cruz roja, demostrando que no se ha llegado al objetivo. De esta manera, cualquiera puede entenderlo a simple vista. Un cuadro de mando reune muchas herramientas e información condensada, por lo que debe ser ameno a la vista, con alto contraste y cifras contundentes.