¿Qué son los fondos propios en la contabilidad?
Los fondos propios en determinados sectores son un indicador de la fortaleza y solvencia de la empresa. En este artículo se proporciona una definición de los fondos propios y se analiza el papel que juegan con la rentabilidad en la empresa.
/wedata%2F0027310%2F2011-08%2FDinero.jpg)
Fondos propios
En contabilidad se define como fondos propios, también llamado pasivo no exigible a la parte del pasivo que no se obtiene mediante financiación externa sino que es obtenida a través de las aportaciones de los socios y los propios beneficios generados por la empresa. Estos recursos propios son la suma del resultado del ejercicio, el capital social de la empresa y las reservas. Cualquier empresa que agote sus fondos propios debido a una gran acumulación de pérdidas, se dice que entra en quiebra y esta situación se traduce en que la suma total de sus activos es menor que el pasivo exigible. En la situación de quiebra descrita anteriormente, la empresa carece de bienes suficientes para afrontar las deudas contraídas con otras empresas. Los fondos propios es un parámetro importante como medida de la solidez financiera y de solvencia de la empresa.
Fondos propios y rentabilidad
Uno de los aspectos más complicados en la empresa es determinar el nivel óptimo de fondos propios. Este valor óptimo va a depender de: - Tipo de actividad desarrollada por la empresa: en muchos sectores los fondos propios representan el 50% del pasivo, mientras que en otros casos, sobre todo en el sector bancario, los fondos propios no superan el 5% del pasivo. - Elección entre rentabilidad y solvencia: cuanto más elevados sean los fondos propios mayor será la solvencia de la empresa, pero no es una decisión acertada desde el punto de vista de la rentabilidad, ya que unos fondos propios elevados hacen disminuir la rentabilidad que se obtiene de los mismos. Para determinar la rentabilidad obtenida sobre los fondos propios se emplea un indicador denominado como “ROE ratio” (Return on Equity). Una empresa que se encuentre en fase de expansión, debe ir aumentando progresivamente sus fondos propios hasta llegar al equilibro con la rentabilidad deseada y que le permita seguir creciendo y consolidarse en su sector.