Templo de Debod Madrid: tres aspectos sorprendentes que no conocías
El Templo de Debod se localiza en Madrid, capital de España, y se trata de un antiguo templo Egipcio de más de 2000 años de antigüedad. Fue obsequiado por el país africano como gratitud por la ayuda que España prestó para salvar varios templos en peligro de desaparición, en 1968.
Origen
Este templo fue erigido hace unos 2200 años, y su construcción fue iniciada por el poderoso faraón Ptolomeo IV Filópator. Posteriormente sufrió diversas modificaciones y añadidos, a cargo de otros faraones y posteriormente, reyes y mandatarios de otras civilizaciones. El rey nubio Adijalamani de Meroe lo decoró en el año 200 a.C, y se trata de un santuario dedicado originalmente al dios Amon. Sin embargo, con el paso del tiempo pasó a rendirse culto en él a otra deidad: Isis. Tras la llegada de los romanos, se llevaron a cabo numerosas obras de ampliación, y se produjo un nuevo cambio en las divinidades adoradas.
Situación actual
Actualmente, el Templo de Debod se encuentra en Madrid, al oeste de la Plaza de España. Al ser trasladado, se procuró que conservase la misma orientación que ocupaba en su lugar de origen, es decir, de este a oeste. Se trata de un regalo que Egipto hizo a España en 1968, en agradecimiento a la ayuda recibida en respuesta al llamamiento internacional de la Unesco para salvar los templos de Nubia, en especial el de Abu Simbel. Éstos se hallaban en peligro de desaparición a causa de la construcción de la presa de Asuán. Tras evitarse este incidente, Egipto donó varios de sus templos a diversos países, uno de los cuales es el protagonista de este artículo.
Su arquitectura
El Templo de Debod ha sido restaurado y algunas de sus partes, reconstruidas en varias ocasiones. Algunos de sus componentes más importantes son los siguientes: La capilla de Adijalamani, también llamada Capilla de los relieves, es el núcleo arquitectónico de esta construcción, así como la parte más antigua que se conserva. Su decoración consiste en imágenes que representan al rey adorando a los dioses mediante la ofrenda de sacrificios. Cabe destacar también el Mammisi, el vestíbulo hipóstilo, la sala de los Naoi, el corredor, la capilla Osiriaca, la terraza o el Uabet.