Tres pasos profesionales para crear un organigrama de empresa
Un organigrama empresarial sirve para representar gráficamente la estructura jerárquica de la misma, aunque no su dinámica. Las ventajas de constituirlo son que asienta y deja muy claro cuál es la organización de nuestro negocio y que funciones tiene cada uno en su trabajo.
Elección del tipo de contenido
Permitiendo de esta manera un desempeño más eficiente de acuerdo en el puesto de la jerarquía en la que uno se encuentre. En este artículo se van a mostrar los tres pasos básicos para crear un organigrama empresarial.
Lo primero que vamos a tener que decidir es que vamos a querer representar. Por lo general existen tres tipos de contenidos de un organigrama.
Contenido estructural es aquel que da prioridad a los tipos de estructuras de una empresa. Por lo general se suele dividir en departamentos o comisiones que realizan el mismo tipo de trabajo. Este contenido es el más utilizado de todos.
Contenido territorial Este tipo de información centra el esquema gráfico en la ubicación geográfica de acción de la empresa. Puede dividirse en países, ciudades, o por ejemplo en comunidades autónomas, todo va a depender de la extensión del volumen de negocio.
Contenido en relación a los productos En este caso el organigrama trataría sobre el tipo de productos que ofrece la empresa y las funciones específicas adscritas a cada uno. Esta elección va a depender de cuál sea el producto que se vende.
Elección del ámbito de aplicación que queremos representar
Nuestro organigrama va a poder ser tan específico como nosotros queramos, de manera que por un lado se puede elaborar un gráfico únicamente con los puestos de mayor jerarquía y las relaciones entre ellos. O por otro lado, podemos llegar a especificar de manera detallada todos los puestos en los que conste nuestra empresa.
Elección de la presentación
Por lo general los organigramas se elaboran de acuerdo a cuatro tipos de presentaciones gráficas. Dentro de las posibilidades para representar los puestos de una empresa una de las modalidades más usadas es la vertical. En ella se da prioridad a la representación en niveles de los puestos de la empresa. Otra modalidad es la horizontal en la que podemos reducir el impacto visual negativo de la disposición espacial anterior, colocando la jerarquía de izquierda a derecha. También podemos hacer combinaciones de estos dos estilos. Existe también la posibilidad de representar la organización de nuestra empresa por medio de un círculo. En su punto centrar situamos el puesto de primer orden y alrededor en círculos concéntricos el resto de empleos del negocio.