¿Cómo diseñar un catálogo de vestidos llamativo?
El catálogo es un complemento indispensable para cualquier diseñador o comercio relacionado con la venta de vestidos. A través de él se ofrece al cliente una visión global del producto. Este artículo servirá de guía a la hora de hacer de ese catálogo algo a recordar.
¿Qué formato es el más adecuado?
El primer paso a la hora de diseñar el catálogo es decidir su tamaño, formato y calidad. Un ejemplo conocido es el de los catálogo de vestidos de boda: en tamaño DINA4, con lomo gueso y alto gramaje. Este formato es adecuado debido al coste del traje de novia y a que el catálogo no es consultado aletoriamente. El catálogo es estandarte del producto: a mayor calidad en el catálogo, mayor prestigio al producto; y mayor coste de impresión. Es por ello que como en todo tipo de publicidad, es importante determinar el público objetivo y la imagen que se desea ofrecer. La calidad del papel debe de ser siempre buena, lo suficientemente gruesa para no cortar y con tinta que no destiña. Unas tapas algo más durás aumentarán la resistencia del catálogo. Si es excesivamente grueso, el lomo es la mejor opción. Todo esto es básico para que el catálogo destaque.
Diseñando el contenido
El catálogo es completamente visual y el mayor peso reside en las imágenes del producto. Una portada llamativa, seductora y atrayente es el primer paso para acercar al consumidor al catálogo. Hay que invitarle a que lo abra, insinuarle qué esconde dentro. Sin embargo no debe de sobrecargarse la portada o confundirán el catálogo con una revista tradicional. Se estructurará el catálogo por categorías, con un índice, a fin de facilitar su descubrimiento. Las imágenes del catálogo deben de ser de un único producto y, preferiblemente, sin fondo o con un fondo neutro. El exceso de elementos en el fondo, o incluso el exceso de producto, dispersa la concentración del lector. Lo ideal es mantener un producto o dos por cara. Es altamente recomendable utilizar atractivos modelos ya que la personas se sienten identificadas con ellos. Las imágenes han de ser de alta calidad, presentar situaciones o posturas en las que el vestido destaque notablemente. Si el objetivo es la venta, incluir una pequeña descripción en la zona inferior con el precio ayudará a que el cliente de un paso adelante.
Más allá del papel
El papel puede convertirse en algo interactivo, por ejemplo, a través de cortes en las páginas que convierta una página en tres; o un desplegable.
Sin embargo las nuevas tecnologías ofrecen la oportunidad de hacer del catálogo algo vivo: hacer clic en enlaces, ver comentarios, o incluso reproducir un video. Y su mayor ventaja es que, en unas horas, ese catálogo puede haber recorrido el mundo.
Ser original en el catálogo impreso puede salir muy caro.
Servicios de catálogos online gratuítos como Isuu ofrecen una alternativa novedosa interactiva y definitivamente llamativa para mostrar el producto al cliente con el mayor detalle.