¿Para qué se usan las placas conmemorativas?
Las placas conmemorativas son un instrumento utlizado principalmente dentro de las reglas protocolarias con el objeto de reflejar de una forma material un determinado acto conmemorativo. Todo ello tiene lugar siguiendo una serie de formalidades en calidad de ceremonia.
Uso de las placas conmemorativas
Cuando tiene lugar un hecho destacable y merecedor de ser celebrado se utilizan placas conmemorativas. La finalidad que se persigue al colocar estos elementos es la pervivencia del acto a lo largo del tiempo y dejar así una constancia física de cara al público. Existen varias situaciones susceptibles de tener un acto conmemorativo. La más conocida de todas ellas es, probablemente, las inauguraciones de edificios. Éstos son generalmente construcciones públicas que en su fecha de apertura gozan de la presencia de una figura de notoriedad, la cual se encarga de descubrir la placa que refleja los datos esenciales sobre tal acto. En otras ocasiones la entrega de un premio en reconocimiento del trabajo o por una victoria en una competición es motivo para el uso de los trofeos como placas. Puede estar dirigida hacia una comunidad o a una sola persona. Asimismo, también es susceptible de recibir una placa conmemorativa el transcurso de un hecho de importancia o la labor excepcional de una persona. Por último, cuando en un momento determinado una institución recibe la visita de una figura pública reconocida, también es factible la colocación de un elemento conmemorativo que refleje este hecho y deje constancia para todas aquellas personas que visiten el lugar posteriormente.
Tipos de placas conmemorativas
No existe un prototipo único de placas conmemorativas, sino que su diseño corresponde a multitud de formas. Tal y como se ha explicado, tienen multitud de usos, por lo que para cada uno de ellos se utilizará un tipo diferente. Por norma general, éstos elementos suelen tener una forma geométrica correspondiente a un rectángulo, en donde quedan grabados los datos más significativos de lo que se pretenda destacar. Algunas de ellas tienen como destino su exhibición en un edificio o monumento, por lo que su tamaño será mayor para que todo aquel que se interese pueda leer con facilidad los detalles expuestos en ella. De menor tamaño son las láminas personales. Éstas pueden ser entregadas por varios motivos, en función del tipo de actividad o actitud que se premie. Las placas de agradecimiento son uno de los ejemplos, así como las placas de homenaje. Lo que sí es común a todas ellas es la pretensión de alabar la actitud o el comportamiento o, simplemente, de festejar el transcurso de un hecho de importancia para un grupo social determinado. Todo ello para que con el paso de los años siga presente el recuerdo de ese hecho y no quede en el olvido.